Trampa en el Cyberespacio [+] Roberto Di Cosmo
Liens-Dmi
Ecole Normale Supérieure
45, Rue d'Ulm - 75230 Paris CEDEX 05
E-mail: dicosmo@ens.fr
Web: http://www.dmi.ens.fr/~dicosmo
Durante las últimas vacaciones de Navidad me he quedado asombradísimo
con la fascinación creciente de los medios de
comunicación por ese oscuro objeto del deseo que se oculta detrás de
las palabras ``ordenador'', ``multimedia'', ``web'', ``internet'' y
sus derivados. Si uno creyera a esos medios de comunicación y a un
buen número de expertos improvisados, no se podría pretender ser un
ciudadano de primera clase sin poseer el ultimísimo (y muy caro)
material informático que da acceso al paraíso encantado del
``cyberespacio''.
Es también difícil ignorar la omnipresente y extraña confusión que nos
incita a pensar que el único tipo existente de ordenador es el PC, por
supuesto equipado con un chip de Intel, y que en ese PC sólo puede
haber un programa indispensable, Microsoft Windows [+] .
Esto es todavía más curioso si consideramos que el fenómeno de
servilismo intelectual ante estos dos gigantes americanos llega a su
punto máximo justo en el momento en el cual los Estados Unidos parecen
comenzar a despertarse de un largo sueño que ha permitido a estos
gigantes adquirir una posición de monopolio prácticamente absoluta.
Por el camino, ambas empresas han destruido un número impresionante de
empresas cuyos productos eran de calidad muy superior (todo esto está
muy bien documentado en numerosas obras -- como por
ejemplo [ 1 , 2 , 3 ] -- disponibles
en los Estados Unidos, pero no han sido, que yo sepa, traducidas al
francés).
Pienso por ejemplo en la campaña lanzada por Ralph Nader (defensor de
los consumidores que ha logrado hacer retirar del mercado un automóvil
peligroso producido por General Motors) y en el proceso que está
llevando a cabo el DOJ (Department of Justice, el ministerio de
justicia federal de EEUU) contra Microsoft en este momento. Pienso
sobre todo en la sorprendente reacción del público americano en los
sondeos de opinión en Internet: una mayoría aplastante apoya las
acciones del DOJ incluso cuando las encuestas son realizadas por
empresas como CNN, que son decididamente pro-Microsoft en sus
artículos (sondeos de opinión de la CNN [ 4 ] y también de la
ZDnet [ 5 ]; esta última limitó arbitrariamente la duración de
la encuesta y no anunció su resultado hasta haber recibido numerosas
cartas de protesta).
Por el contrario, nuestro público está bien lejos del despertar:
mecido por la suave voz del conformismo ambiental, se adormece aún más
y más en los brazos de Microsoft. Nuestro público sueña con un mundo
feliz, en el cual un gran filántropo distribuye a todos los
estudiantes de Francia copias gratuitas de Windows 95 con la única finalidad
de ayudarlos a recuperar su atraso tecnológico. Nuestro público sonríe
al pensar en las pantallas azules llenas de mensajes tranquilizadores
que explican cómo ``el programa X ha provocado la excepción Y en el
módulo Z'': fallo que por supuesto no ha sido culpa de Windows, sino
del programa X. Nuestro público duerme feliz sin preguntarse por qué
un ordenador mucho más potente que aquel que ha servido para enviar
hombres a la luna -- y que además los ha traído de vuelta vivos --
no es capaz de manipular correctamente un documento de un centenar de
páginas, cuando éste está equipado con ese Microsoft Office que hace
tan felices a todos nuestros comentaristas.
He tenido muchas ocasiones de medir personalmente la profundidad de
este sueño hipnótico del cual he hablado anteriormente, pero la más
graciosa es seguramente aquella que se me presentó hace algún tiempo
durante un viaje en TGV. Las computadoras portátiles (esos embriones
de computadoras que cuestan tanto como un coche pequeño, que se pueden
guardar en un maletín y que sirven con mucha frecuencia para jugar al
solitario) proliferan en estos tiempos casi tanto como los teléfonos
móviles, sobre todo en los trenes y aviones. Pues bien, durante uno de
mis viajes, me encontraba sentado al lado de un agradable señor, joven
ejecutivo dinámico, que estaba ejecutando en su máquina el
calamitoso (veremos por qué más adelante) programa DeFrag Este
programa muestra en la pantalla una hermosa matriz llena de pequeños
cuadraditos de diferentes colores que se mueven en todos los sentidos
mientras el disco trabaja intensamente. No pude resistir la
tentación (espero que este señor no se ofenda si se reconoce en este
artículo) y después de haberlo elogiado por su hermoso portátil, le
pregunté, fingiendo la mayor ignorancia, qué era ese lindo programa
que yo no tenía en mi portátil. Con un aire de superioridad mezclada
con compasión ( ``el pobre hombre no tiene mi super programa''), me
respondió que ésta era una herramienta esencial que hay que lanzar
cada cierto tiempo para hacer más rápida la máquina desfragmentando el
disco. Continuó repetiéndome de memoria los argumentos que se
encuentran en los manuales de Windows: cuánto más se utiliza el disco
más se fragmenta y cuánto más se fragmenta, más lenta se vuelve la
máquina; ésta es la razón por la cual él ejecuta concienzudamente DeFrag cada vez que puede. En ese momento saqué mi computadora
portátil, que no utiliza Windows sino GNU/Linux (una versión libre,
gratuita, abierta y muy eficaz de Unix, desarrollada por los esfuerzos
comunitarios de millares de personas en Internet) y le dije, con una
expresión muy sorprendida, que en mi portátil el disco está siempre
muy poco fragmentado y cuanto más se utiliza menos se fragmenta.
Nuestro ejecutivo, ya menos cómodo, contestó que su portátil utilizaba
la última versión de Windows 95 producida por la empresa más grande de
software del mundo, y que yo seguramente me estaría equivocando en
algún punto. Traté entonces de hacerle olvidar por un instante la
propaganda que lo había intoxicado hasta ese momento, explicándole
de manera muy simple el problema de la desfragmentación: voy a tratar de
resumirles a ustedes una apacible conversación que duró una buena
media hora.
Usted sabe seguramente que sus datos están guardados en ``archivos''
que son memorizados sobre el disco duro de la computadora. Este disco
es como un gigantesco armario con cajones, cada cajón tiene la misma
capacidad (típicamente 512 bytes [+] ) y cada disco contiene
algunos millones de cajones. Si los datos que a usted le interesan
son guardados en cajones contiguos se puede acceder a ellos más
rápidamente que si estuvieran desparramados (a partir de ahora diremos
fragmentados) dentro del armario. Esto no tiene nada de
raro, es lo que nos pasa todos los días cuando hay que encontrar un
par de calcetines: uno las encuentra mucho más rápido si ambas se
encuentran en el mismo cajón. Estamos entonces de acuerdo en que es
mejor un armario bien ordenado que uno desordenado. El problema
reside en saber cómo hacer para conservar el armario ordenado cuando
este se utiliza frecuentemente.
Imaginemos ahora un ministerio que guarda sus expedientes en un enorme
armario con millones de cajones. Nos gustaría, por las mismas razones
antedichas, que los documentos relativos a un mismo expediente se
encuentren, en la medida de lo posible, en cajones contiguos. Usted
debe contratar una secretaria y tiene la opción de elegir entre dos
candidatas con prácticas bastante diferentes: la primera, cuando un
expediente debe eliminarse del archivo, se limita a vaciar los
cajones, y cuando un nuevo expediente entra, lo separa en pequeños
grupos de documentos de la medida de un cajón y archiva cada grupo al
azar en el primer cajón vacío que encuentra en el armario. Cuando
usted le señala que así va a ser muy difícil encontrar rápidamente
todos los documentos que tienen que ver por ejemplo con el expediente
del Crédit Lyonnais, ella responde que va a ser necesario contratar
todos los fines de semana una docena de ayudantes para poner de nuevo
todo en orden. La segunda candidata, al contrario que la primera,
conserva sobre su escritorio una lista de cajones vacíos contiguos, la
cual pone al día todas las veces que un expediente es cerrado y sacado
de los cajones. Cuando entra un nuevo expediente, ella busca en su
lista un conjunto de cajones vacíos contiguos de la medida necesaria,
y es ahí donde coloca el nuevo expediente. Así, le explica ella, el
armario permanecerá siempre bien ordenado, incluso aunque haya muchos
movimientos de expedientes. No hay duda de que es la segunda
secretaria la que debe ser contratada, y nuestro joven ejecutivo
estuvo perfectamente de acuerdo.
En ese momento fue fácil hacerle entender que Windows 95 actuaba como la
primera secretaria y necesitaba de ayudantes que ordenen el armario
(el programa DeFrag ), mientras que GNU/Linux actuaba como la buena
secretaria y no necesitaba de nadie para ayudarla. Al llegar a la
estación, nuestro gentil ejecutivo ya no estaba tan contento: le
habían enseñado que DeFrag hace andar más rápido la máquina, pero
habíamos visto juntos que en realidad es
Windows quien la hace lenta!
En efecto, el problema de la gestión eficaz de los discos es muy
viejo y hace mucho tiempo que se sabe como resolverlo (la prueba es
que Unix es más antiguo que Microsoft y tiene la buena secretaria
desde 1984!). Y todavía hay cosas mucho peores que DeFrag ; desafortunadamente, no tenemos tiempo
para contarles todas las pequeñas y sabrosas
historias sobre el programa ScanDisk que se supone tiene que
``reparar'' los discos, pero que propone opciones incomprensibles cuyo
resultado final es, la mayoría de las veces, la destrucción pura y
simple de la estructura de los expedientes, aún cuando los datos
podían haber sido recuperables antes de ejecutar este programa.
No solamente esto es imposible con Unix (a menos que el disco sea
taladrado con una máquina), sino que las técnicas correctas de gestión
de un disco son enseñadas en los primeros cursos de informática de la
Universidad desde hace más de 10 años.
La simple existencia de un programa como DeFrag o los daños
producidos por el ScanDisk de Windows 95 deberían ser suficientes para que
cualquier persona inteligente con poder de decisión pudiera tachar
Microsoft de la lista de sus proveedores. Y sin embargo, como prueba
de la eficiencia del lavado de cerebros y del profundo sueño en el
cual hemos estado sumidos, aquí en Francia estamos dispuestos a
convertir el sistema informático bancario a productos Microsoft, así
como a elegirlos también para la educación de nuestros hijos. El
poder de la maquinaria comercial de ciertas empresas logra realizar
tal distorsión de la realidad que llegamos a creer fervientemente que
los defectos más graves de ciertos programas son por el contrario
totalmente indispensables (a propósito de esto, en el mundo
informático hace mucho tiempo que se emplea el dicho ``it's not
a bug, it's a feature!'' -- no es un defecto, es una
funcionalidad!). Sucede también que los especialistas que tienen los
conocimientos necesarios para desarmar todas estas trampas y poner en
evidencia los errores, los peligros y las manipulaciones, sin riesgo
de ser considerados como competidores derrotados y gruñones, se han
callado durante demasiado tiempo. Tenemos aquí un fenómeno bien
extraño: por un lado, ningún científico serio tiene ganas hoy en día
de publicar un artículo en la prensa que se dice de informática, por
miedo a manchar su reputación por haber tratado con mercachifles. Por
el otro lado, al no tener el apoyo de científicos serios, la prensa
informática se transformó, vía soporte publicitario, en un eco poco
edificante de los fabricantes de computadoras. Esto la hace aún más
mercachifle, y aún menos frecuentable por expertos serios.
Sin embargo el monopolio Wintel (Windows + Intel, término recurrente
en la prensa americana) que se está instalando en Francia y en el
mundo entero tiene tales apuestas en juego, y no solamente económicas,
que no nos podemos callar más bajo ningun pretexto. No se trata
solamente de aceptar vivir con una mala tecnología ignorando que se
podría tener algo mucho mejor: esto ya se ha producido varias veces,
por ejemplo con el sistema de vídeo VHS que desplazó al Video 2000 y
Betamax, que eran mucho mejores [+] .
Aquí se trata del hecho de que nuestros nuestros gobernantes hayan
aceptado que el monopolio Microsoft-Intel adquiera un total dominio de
la información, explotándolo además en su exclusivo beneficio. Estoy
seguro de que aquel entre ustedes que tenga algún conocimiento de
economía ya ve a dónde quiero llegar: este monopolio logra desde hace
muchos años el cobro de una verdadera tasa monopolística , es decir,
que explota la posibilidad que tiene un monopolio de vender a precios
inflados, ejerciendo así un verdadero chantaje sobre los consumidores
que se ven forzados a comprarle a él. Esta tasa es enorme, pero más
grave aún, su importe sale del espacio europeo sin que nos demos
cuenta, y no solamente no produce riqueza alguna sino que por el
contrario la destruye (ver por ejemplo [ 6 ] y [ 7 ]).
Veamos ahora los medios por los cuales se consolida este monopolio
cada día un poco más, sin descuidar los riesgos no económicos
que el mismo produce sobre nuestra vida de todos los días. En el
caso de la informática, las posibilidades ofrecidas a las empresas
sin escrúpulos son particularmente temibles. Trataremos de
comprender esto comenzando por todo lo que no se entiende
necesariamente como una práctica dudosa o ilegal.
Para comenzar a comprender porqué pagamos un impuesto invisible cada
vez que compramos un PC [+] o los programas Windows, hay que familiarizarse primero con
una característica que distingue la informática de cualquier otro
dominio tecnológico: el costo de la duplicación de productos. Una vez
que un programa ha sido realizado, cosa que puede costar muy caro, se
puede duplicar en un CD-Rom al costo de sólo algunos francos por
copia, o se puede transmitirlo por la red a un costo que no cesa de
reducirse, de manera totalmente independiente de la calidad y
del costo de producción de la primera copia. Los únicos componentes
cuyo costo no es infinitesimal son aquellos a los que llamamos ``el
soporte'': las miles de páginas del manual de papel, o las docenas de
disquettes necesarios para archivar el software cuando no se dispone
de lectores de CD-Rom. Pero los editores de programas, que tienen
todo el interés en hacer desaparecer ese costo fijo, no tardaron mucho en
ocuparse de ese tema: usted habrá remarcado que los PC que se
venden en los supermercados vienen acompañados de programas pero
prácticamente de ningún manual, salvo alguna breve nota explicativa
(sic!). Hay por supuesto manuales ``on-line'', es decir no sobre
papel. Nadie va a impedirle que se gaste algunos centenares de
francos para imprimirlos, si a usted se le antoja. Yo mismo pude
constatar personalmente que una empresa japonesa muy conocida, cuyo
nombre me reservo, vende computadoras portátiles de las más caras del
mercado sin proveer siquiera un CD-Rom con los programas: todo está
instalado en el disco duro, y para hacer una copia de seguridad todo
depende de nosotros mismos, si queremos comprar los 40 disquettes
necesarios y pasar un día entero jugando a ser un disk-jockey con la
máquina. Podemos decir entonces que actualmente, con estas prácticas,
el costo de copia de un programa esta prácticamente reducido a cero.
Una segunda característica esencial es el status legal de un programa:
por varias razones, no tan extrañas si uno lo piensa detenidamente, el software,
ese sofisticado producto de tecnología de punta utilizado por millones de
personas en su vida profesional, y convertido en piedra angular de una
nueva revolución industrial, goza de la misma inmunidad que las obras
de arte (de hecho, los industriales del software se llaman
``editores''). Por ejemplo, no hay ninguna cláusula legal ni ninguna
jurisprudencia que permita garantizar que el software haya de cumplir
una determinada función, ni siquiera aquella para la cual usted lo ha
comprado. Esta situación es razonable cuando se compra una novela o un
cuadro ( de gustibus ...decían los romanos), pero deja de
serlo cuando se aplica al software: usted no puede demandar a
Microsoft legalmente ante la justicia por defecto de construcción, al
haber descubierto que Windows 95 no está hecho con las mínimas prácticas
establecidas de la ciencia informática; mientras que usted sí
puede acusar a un fontanero o a un electricista por realizar una
instalación que no está hecha conforme a las normas.
Lo peor es que no hay ninguna toma de responsabilidad por los daños
que el software pueda producir. De nuevo, es razonable que usted no
pueda llevar a juicio a un cantante porque el último CD tecno que
comprara su hijo provocara una disputa familiar en el curso de la cual
se rompiera un jarrón chino valiosísimo. Pero es perfectamente
inaceptable que usted se quede indefenso si pierde 200 Mb de datos
comerciales muy valiosos de su disco duro a causa del vetusto sistema
de archivos de Windows 95 y de su horripilante programa ScanDisk Sobre
todo sabiendo que podría probar muy fácilmente delante de un tribunal que
los conocimientos técnicos necesarios para realizar un producto
ampliamente superior, gracias al cual no hubiera perdido sus datos,
son de dominio público desde los años 70, y que el código mismo que
implementa estas técnicas en el Unix de AT&T ha sido comprada por
Microsoft. Pero en cambio, sí que puede arrastrar ante la justicia a su
electricista si éste le instala cables eléctricos en los zócalos de
madera de su apartamento [+] .
Finalmente, una consecuencia muy grave de esta impunidad es que el
``editor'' de software no está de ninguna manera obligado, desde el
punto de vista legal, a corregir los errores reconocidos y
documentados, aún cuando esos fallos sean voluntarios. Dicho de otra
manera, el ``editor'' de software es libre de venderle a usted lo que
a él le parezca, o mejor dicho, aquello que su departamento
publicitario le haga creer que compra, sin ninguna obligación de
resultados, y sin que usted tenga el menor recurso, aún en caso de
mala fe manifiesta. Peor aún, puede ocurrir que le hagan pagar por las
versiones de ``actualización'', que son en realidad correcciones de
defectos, a precios tan caros como el producto original.
Además, este status jurídico tan sorprendente, estaba
probablemente justificado cuando los programas eran escritos por
un ingeniero en su garage, pero es absolutamente aberrante hoy en
día. Ahora nos encontramos con multinacionales del software cuyas finanzas
son colosales, y no dan provecho a todos los editores de software sino
solamente a los más poderosos. Está claro que una gran empresa puede y
debe obligar a un prestatario de servicios informáticos a firmar un
contrato contrayendo obligaciones de resultados y conteniendo
cláusulas de garantía, pero por desgracia, esto no está al
alcance del consumidor, ni de la mayoría de las empresas, cuando
el editor de software en cuestión tiene la capacidad financiera
suficiente para comprar o destruir su empresa en algunas semanas.
Me imagino que en este momento, al igual que nuestro joven ejecutivo dinámico
de hace un rato, usted comenzará a sentirse menos cómodo: el cyberespacio
encantado comienza a mostrar sus costados poco agradables, y esta
maravillosa empresa filantrópica que ha sido siempre presentada como
el súmmum de la tecnología informática y del éxito del libre mercado
comienza a parecer cada vez menos filantrópica. Desafortunadamente,
estamos solamente en el principio de nuestro paseo por el lado oscuro
del planeta Microsoft, y todavía no hemos llegado a lo mejor.
La posición de monopolio de Microsoft le permite también
desembarazarse con facilidad de las otras posibles fuentes de costo
para la comercialización del software: la asistencia técnica y la
distribución. Para la primera, podríamos imaginarnos que aunque el
editor no esté legalmente obligado a ayudarle a instalar su software,
se encontrará obligado a hacerlo para no perder los clientes. No se
preocupe, Microsoft tiene la solución: es suficiente leer unas frases
que se encuentran en la licencia de Windows 95 de la cual reproduzco aquí
un extracto: 6. SOPORTE TÉCNICO. El soporte técnico para el PRODUCTO SOFTWARE no
es proporcionado por Microsoft Corporation o sus subsidiarias. Para
obtener soporte técnico, remítase al número de soporte del
Fabricante de PC suministrado en la documentación para la
computadora (ordenador). Si tiene dudas con respecto a este CLUF
(``Contrato de Licencia para el Usuario Final''), o si desea
comunicarse con el Fabricante de PC por cualquier otra razón,
remítase a la dirección proporcionada en la documentación de la
COMPUTADORA/ORDENADOR.
Astutos, verdad? Se hace responsable de todo al fabricante de la
computadora, el cual no tiene nada que ver con DeFrag pantallas
azules y demás desastres, pero acaba pagando las consecuencias
financieras de esos errores (y yo sabré algo de eso, vista la cantidad de
veces que traté inútilmente de comunicarme con el servicio de
asistencia telefónica para la instalación de Windows, siempre para el
portátil de la marca japonesa que no he revelado más arriba y que
todavía ocultaré aquí). Si Windows 95 no estuviera en posición de
monopolio, los fabricantes de computadoras se librarían con mucho
gusto de este tipo de acuerdos.
Para la distribución del software es la misma historia. De nuevo son
los fabricantes, ensambladores y revendedores de computadoras los que
pagan el costo: ellos deben preinstalar Windows 95 en las máquinas. Pero hoy
existe algo aún mejor que es la distribución del programa por Internet sin ningún
soporte material. Esto es un golpe genial: usted paga por un programa
y después paga el gasto de obtenerlo por la red (y qué gasto, con el
tamaño de un Microsoft Office en nuestros días), reduciendo
efectivamente el costo total de la copia y distribución por el
``editor'' a exactamente cero francos. Y se pregunta por qué un cierto
presidente de un cierto país del otro lado del atlántico ha sugerido
firmemente liberar completamente de impuestos al comercio informático?
Bien, aquí tiene una parte de la respuesta!
En resúmen, si hoy uno se llama Microsoft, y solamente si se
llama Microsoft, puede vender más o menos cualquier cosa,
sin obligación de resultado y sin temor a ser demandado. Todo
esto con un costo unitario nulo, y a un precio al público que no baja
jamás [+] , y que se traduce en beneficio
puro [+] . Falta comprender por qué no
solamente el gran público, que no conoce nada de computadoras, sino
también las grandes empresas, los gobiernos y los medios (que deberían
disponer de servicios informáticos altamente calificados), no utilizan
su libertad de elegir otra cosa que los productos Microsoft. Para
responder a esta pregunta no es suficiente culpar a los mercanchifles
de la prensa que se dice especializada, aún cuando su parte
de responsabilidad es bien evidente. Deberemos llevar a cabo una
exploración más profunda de la cara oculta de este gigante, para
comenzar a descubrir ciertas prácticas dudosas que rozan
frecuentemente la ilegalidad, y que con mucho desagrado encuentro que
no son comentadas en ninguna parte del panorama mediático [francés],
salvo en algunos pequeños folletos satíricos efímeros que no son
ciertamente la lectura preferida de los altos responsables de las
empresas [+] .
Para ver la cosa más clara, olvidemos por un instante las
computadoras, el software y todo eso. Siempre hemos estado
condicionados a considerar estas cosas como útiles pero difíciles, es
decir, a renunciar a formarnos una opinión personal acerca de este
tema. Nos han dicho que es demasiado complejo y que debemos limitarnos
a seguir la sabia elección de los que se dicen expertos (por ejemplo,
la revista americana Byte, de gran difusión, tiene en su logotipo la
leyenda ``Byte, because the experts decide''--Byte, porque los
expertos deciden).
Dejemos de lado por un instante a los expertos, para ir a ver lo que
pasa en el mundo paralelo imaginario de los TecnoCretinos, en el que
una empresa llamada MacroPrensa obtiene poco a poco el control
absoluto de todas las imprentas del planeta. Esta no controla
directamente los periódicos, pero es la que los imprime con los
caracteres MacroPrensa, de los cuales es la única propietaria. Un buen
día, tras una gran campaña publicitaria alabando las bondades de un
nuevo juego de caracteres que permitirá obtener periódicos más
modernos, esta empresa comienza a imprimir todo con caracteres
klingonianos (el alfabeto de los Klingons en la famosa serie
StarTrek). De esta manera, nadie más puede leer los nuevos libros o
periódicos sin recurrir a la Lupa de la MacroPrensa, disponible a la
venta en todos los kioscos, donde es distribuída con cargo a los
editores de periódicos. El público, encantado de la maravillosa
novedad tecnológica, se adapta y compra la Lupa. Envalentonados por
el éxito de esta iniciativa, MacroPrensa comienza a cambiar el juego
de caracteres periódicamente, todos los años, y después todos los
semestres; las viejas Lupas ya no pueden leer los nuevos periódicos y
hace falta renovarlas con grandes gastos cada dos o tres meses. Un
competidor de MacroPrensa ve ahí una gran ocasión para producir una
Minilupa mucho menos costosa que la Lupa Macroprensa, y comienza a
venderla en los kioscos. Pero los kioscos tienen un contrato de
exclusividad con MacroPrensa y rehusan distribuírla. Peor aún,
MacroPrensa demanda al competidor ante la Justicia por violación de los derechos de autor,
pues lo considera culpable de
haber analizado los caracteres klingonianos a fin de construir la
Minilupa. Y gana...
Pero qué idiotas, dirá usted, quién puede dejarse hacer eso? Pues
bien, permítame decirle que el mundo de los TecnoCretinos no está muy
lejos. Hace dos años quise presentar a la UE una solicitud de
financiación para la visita de un investigador inglés a nuestro
laboratorio. Para eso busqué el formulario, y me dijeron que la
manera más fácil de proceder era obtenerlo desde el servidor de Web
www.cordis.lu de la comunidad europea, ya que el correo normal
podía tardar algún tiempo considerable. Dí así con un documento que
se llamaba machin.doc y que estaba escrito con Microsoft Word
para Windows versión vaya-usted-a-saber. En Klingoniano. No hay
problema, me dije a mí mismo, tenemos un MacIntosh en el laboratorio
con la lupa Microsoft Word versión 6.0. Esta es de la misma empresa,
la más reciente, luego podré leerlo bien. Cuando pensé esto eran las
10 de la mañana. Para mi gran sorpresa, Microsoft Word en MacIntosh,
después de una docena de minutos de ``conversión'', bloqueó la máquina
y me vi obligado a apagar y volver a encender, perdiendo mi trabajo.
Así comenzó una verdadera batalla con la Lupa, donde al final salí
vencedor pero agotado a eso de las 19 horas, con una versión del
formulario rellenado, obtenido imprimiendo las páginas una a una y con
manipulaciones complejas en cuyos detalles no entraré. Basta decir que
me entraron muchísimas ganas de llevar esto ante la Justicia, pero sin
muchas esperanzas de ganar. Todo esto por qué? Por un formulario
extremadamente simple con las casillas Nombre, Apellido, etc., que lo
habríamos podido preparar muy fácilmente con un formato de archivo
libre y público, tal como el HTML que se utiliza desde 1991 en la Web.
Han pasado ya dos años y en http://www.cordis.lu nada ha
cambiado. El aspecto es muy atractivo, pero los formularios y
la documentación que contiene información que debe ser libre y gratuita
y que son de importancia vital, están todavía presentados solamente en
formato privado, típicamente Microsoft, e, increíble pero cierto,
compatible solamente con los productos Microsoft para PC.
A causa de esto, nuestro laboratorio pronto comprará un gran PC
con Windows 95 y Microsoft Office, solamente para poder leer los documentos
de la UE. La Lupa Klingoniana avanza. Además, con esta Lupa el
formato de archivos cambia de versión en versión, de tal suerte que
Word 5.0 no puede hacer nada con los archivos de Word 7.0, y peor aún,
el Word 6.0 en Mac tiene problemas para leer archivos de Word para
Windows. Hemos caído en la trampa! No es suficiente con comprar
Microsoft Word una vez; deberemos pagar de nuevo cada versión, sólo para
poder continuar leyendo los archivos nuevos de otros. Y si por azar
habíamos comprado un producto complementario para la versión 5.0, por
ejemplo un diccionario en español, habrá que comprar uno nuevo en la
nueva versión; la vieja será ``incompatible'', aún cuando el español
no haya cambiado entretanto.
Advertirá que se trata de un verdadero y limpio secuestro de nuestra
información: una vez que los datos entran en Word o Money, ya no hay
manera fácil de recuperar todo el trabajo que usted ha hecho para
transferirlo a otro programa si decide no comprar más
productos Microsoft. Se cuidaron muy bien de no suministrar
convertidores eficaces hacia otros formatos [+] . Además intentaron varias
veces hacer que se aprobaran leyes prohibiendo a los competidores la utilización
de sus formatos propios de archivos, o incluso su
análisis. Si se llegaran a aprobar estas leyes, una empresa que venda una Minilupa
convertidora sería culpable de violación de las leyes de derechos de
autor [+] . Pero son nuestros datos los que están en
juego. Bienvenidos al país de los TecnoCretinos!
Resumiendo la técnica es simple: por un lado se hace caer a los consumidores en la
trampa secuestrando su preciosa información en un
formato propietario, el cual es constantemente ``actualizado''. Debido
a estas modificaciones, los usuarios se ven obligados a comprar cada 6
ó 12 meses una actualización de todas sus aplicaciones, tan sólo para
poder continuar leyendo sus propios datos o acceder a información que
(de manera innecesaria) es suministrada bajo este formato privado.
Por otro lado, se entrampa a los competidores: no se les da la
documentación [del sistema operativo] y se introducen variantes
arbitrarias con la única meta de no permitir que los productos que
ellos desarrollan funcionen correctamente. Es más, si la competencia
llega a descubrir que una de las modificaciones tenía como único fin
el hacer funcionar su producto con menor eficiencia que el producto
equivalente del monopolista, son condenados por haber hecho
``ingeniería al revés'' ( reverse engineering ), el equivalente
informático a desmontar el motor de un Twingo para ver como está
hecho [+] .
Esta última técnica es especialmente poderosa si el editor de software
detenta a la vez el sistema operativo (Windows 95) y las aplicaciones (MS
Word, Excel, etc). En tal caso es técnicamente posible modificar el
sistema para tornar inestables o inutilizables los productos de la
competencia, y a la vez mejorar las prestaciones de sus propios
productos. Es lo que se ha hecho en Windows NT Workstation, limitando
artificialmente a diez los accesos simultáneos a la máquina; esto hace
inutilizable el servidor Web de Netscape sobre NT Workstation (ver
[ 13 ] y [ 14 ]). Si quiere resolver esto, deberá comprar
la versión Windows NT Server , muchísimo más cara, la cual
incluye gratuitamente un servidor de Web de Microsoft. La treta
pone fuera de juego a Netscape. Esto es simplemente maquiavélico, y aún más
cuando descubrimos que las dos versiones, NT Workstation y NT Server,
son prácticamente idénticas y sólo se diferencian en un puñado de
líneas, tal y como se documenta en [ 15 ] y [ 16 ].
El resultado final de estas prácticas dudosas es simple: se
impide que el usuario pueda elegir otra cosa que no sea un producto
Microsoft . Junto con la reducción a cero de los costos y de los
riesgos, tal cual como vimos anteriormente, esto permite al monopolio
establecer un verdadero impuesto sobre la información, donde Microsoft
es el único beneficiario. Después de todo, si Bill Gates ha sido
recibido con honores dignos de un Jefe de Estado en el Elíseo, se debe
a que se trata de la visita de la versión ``cyber'' del recaudador de
impuestos. Un impuesto que no tiene nada de virtual: enormes sumas de
dinero salen de la Comunidad Europea cada año en contrapartida por
productos de mala calidad que nos vuelven más y más dependientes de la
mala tecnología del otro lado del Atlántico. Es más, estos productos
se distribuyen en Europa a precios exorbitantes, muy superiores a los
precios americanos o canadienses. No se deje engañar por los que le
dicen que los programas en Europa son más caros porque necesitan
ser traducidos. Si echa un vistazo al servidor
Web de Microsoft, se enterará de que consideran ``ilegal'' (sic)
comprar su software en versión francesa en Canadá (en donde es mucho
más barato que aquí) para utilizarlo en Francia [ 17 ]. Y el
``libre'' mercado? Nos ordeñan como a las vacas lecheras, y la
pasividad de los gobiernos europeos, que comienza a parecerse bastante
a la cooperación activa si uno piensa en http://www.cordis.lu,
es absolutamente inexplicable, visto el tamaño de este verdadero
expolio.
Llegamos finalmente a los actos francamente ilegales. Comenzando por
la venta ``vinculada'', que está expresamente prohibiba en Francia
(Libro I, Capítulo II, Section 1 de la Ley del Consumidor, ``Se
prohibe [...] subordinar la venta de un producto [...] a la
venta concurrente de otro [...]'' ), y también en Europa (ver
los artículos 85 y sobre todo el 86 del tratado, así como su
aplicación, en la detallada referencia [ 18 ]). Lo que quiere
decir esto es que está prohibido que le obliguen a comprar con el
producto que a usted le interesa otro producto que no quiere. No se
prohibe vender ``lotes'' de productos en un supermercado, pero en tal
caso usted debe tener la opción de comprar separadamente cualquier
componente del lote, si así lo desea, sin sobrecosto alguno. Sin
embargo, durante mucho tiempo los grandes vendedores de PCs no le han
permitido que comprara una computadora sin adquirirla con el sistema
operativo de Microsoft (Windows 95 o NT ahora, DOS o Windows 3.x antes). Se
puede convencer personalmente visitando los servidores Web de Dell y
Gateway, por ejemplo. Verá que usted puede ``construir su propia
computadora'', según le dicen, pero nunca suprimir la Lupa Microsoft
de dichos componentes, siendo que los programas (``software'') y el
material electrónico (``hardware'') son dos productos bien diferentes
por más que traten de disimularlo [+] . Al final,
acabamos por no saber el precio real del software. En efecto, haciendo
partidas de acuerdos confidenciales, estos precios son a menudo muy
inferiores a los precios de mercado. Uno de estos acuerdos ha sido
condenado hace poco en los tribunales de la UE como práctica comercial
ilegal.
Para que pueda hacerse una idea precisa de la envergadura económica
del asunto, considere el caso de una universidad parisina que compró
15 PC para instalar GNU/Linux hace algunos meses. No se sabe cuánto
pagó el fabricante por Windows 95 pero si nos fiamos de lo que se dice
en [ 7 ], el paquete Office PME tiene un precio de venta al
público que es el doble del de Windows 95 y se vende a los mayoristas por poco más
de 600 francos; de lo cual se puede estimar que Windows 95 tiene un precio
mayorista de unos 300 francos. Así pues, aún suponiendo que el
fabricante no tenga margen de ganancia sobre el software (cosa de la
cual dudo, dado que la preinstalación es un servicio que tiene su
costo), esta universidad ha sido obligada a pagar 15 veces 300
francos, es decir 4.500 francos, por un producto que no quería. Dicho
de otra forma, el Estado Francés ha hecho en este caso un regalo de
4.500 francos a Microsoft, una empresa no europea que no está
presisamente al borde de la quiebra ni necesitada de ayudas estatales.
Si se extrapola este caso particular a las compras realizadas por
todas las Universidades de Francia que utilizan GNU/Linux, se trata ya
de millones de francos por año. Habrá que preguntarse quiénes son los
piratas en este caso. No puedo comprender las razones de un despilfarro
semejante cuando se dice que las arcas del estado están vacías.
Si uno busca bien, pero verdaderamente bien, es posible en teoría
intentar que le devuelvan el dinero (fastidiando al pobre fabricante
de la computadora), pero se trata de una verdadera carrera de
obstáculos. En nuestra escuela muchos investigadores y alumnos
han comprado computadoras o portátiles para instalar
GNU/Linux o Next Step, pero han sido obligados a comprar Windows sin
lograr ningún reembolso. Esta es la fuente más importante de
ganancias para Microsoft y es por esto que se puede hablar de
verdadero impuesto sobre las computadoras: por cada PC comprado hay un
tanto por ciento de dinero para los hinchados bolsillos de Microsoft,
lo quiera usted o no. Es debido a estos 10 años de tales prácticas,
durante los cuales amasó una inmensa riqueza y aplastó a toda su
competencia, que Microsoft ha sido amonestada por la justicia
americana y europea en 1995, aunque sin ninguna consecuencia
financiera [ 19 ]. Lo cual quiere decir que el botín del robo
permanece en manos por el ladrón, a cambio de la promesa de éste de no
ser reincidente. Debido a esta condena sin castigo efectivo, hoy en
día sigue siendo muy difícil comprar un PC sin Windows, a menos que
uno recurra a los pequeños ensambladores de PCs clónicos. El caso de
Dell y Gateway 2000 no es aislado, y cada PC comprado es un
``usuario'' de Windows más en las estadísticas, incluso si la primera
cosa que hace el comprador es tirar a la basura Windows 95 para instalar
GNU/Linux.
¿Qué cosa puede suceder si no nos despertamos de nuestro sueño
profundo y permanecemos sumidos en la trampa de una industria y un
sistema educativo informatizados por un monopolio privado? Gracias al
famoso atraso tecnológico francés, es posible responder a esta
pregunta: otros países nos llevan ventaja de unos años, tanto para bien
como para mal, y esto nos permite contemplar un cierto número de
futuros posibles.
Comenzando por el futuro próximo, basta con ir muy cerca, a nuestra
vecina Suiza. El pasado 8 de octubre, el Ministro de Finanzas suizo
anunció un acuerdo con Microsoft, por el cual el gobierno pondrá a
disposición de los colegios unas 2.500 computadoras, y el gigante
americano pondrá otras tantas licencias de utilización de productos
Microsoft y se ofrecerá a formar a 600 educadores para la utilización
de computadoras [ 20 ] (Un regalo parecido ha sido hecho en
Sudáfrica). Es decir, por menos de lo que cuesta una campaña
publicitaria nuestro monopolista ha adquirido el control total de la
informática en la educación suiza, y por ende en las empresas suizas,
ya que cuando estos estudiantes alcancen un puesto de trabajo no
conocerán otra cosa que Microsoft Office. Visto en perspectiva,
este acuerdo no
parece tan bueno para Suiza, aunque al menos no
habrán pagado nada por el software de Microsoft.
Mejor dicho, para ser exactos, no lo habrán pagado ahora, porque se les podría
empezar a pedir el pago más adelante, como acaba de suceder en Japón.
El pasado diciembre Microsoft anunció la supresión al Japón de
licencias globales de centro (``site licenses'', un esquema de
contabilización de licencias de una empresa o una Universidad que
permite pagar los programas en proporción al uso real, y no en
relación al número de computadoras). Esta decisión impondrá un
sobrecosto financiero injustificado y considerable que los japoneses
van a tener que asumir de todas maneras, dado que no hay otros
competidores a los que acudir.
Veamos un poco más lejos en el futuro: la Universidad del Estado de
California (CSU) está apoyando en este momento la creación por parte
de Microsoft, GTE, Fujitsu y Hughes Electronics de una compañía, la
CETI, que tendrá el monopolio exclusivo para la renovación del parque
informático de 23 campus universitarios de la CSU, donde hay más de
350.000 estudiantes y docentes. A cambio de una inversión de algunos
centenares de millones de dólares durante 10 años en la
infraestructura de la red, la CSU dejará a la CETI elegir las
computadoras y los programas oficialmente usados en los campus. La
proposición habla muy claro: se tratará solamente de Windows 95
Windows NT y Microsoft Office. Los beneficios previstos por la CETI,
más el impacto en la educación de los que el día de mañana serán
responsables de empresas (impacto seguro gracias a los cursos
especializados en productos informáticos privados), se cifra a algunos
miles de millones de dólares en diez años. Y esto sólamente
contabiliza los márgenes de la venta monopolista del hardware y del
software a los estudiantes y docentes en sus campus, los cuales ya no
podrán seguir ciertos cursos sin utilizar esas computadoras
(ver [ 21 ] y la decisión de reexaminar de acuerdo
en [ 22 ] [+] ).
Pero los elementos comerciales y las políticas que están en juego superan
ampliamente el cuadro de la educación y de la gestión de empresas. No
estamos hablando de la simple venta de algunas computadoras y
programas, sino del control total sobre toda forma de transmisión y de
tratamiento de la información, en la educación, en las transacciones
bancarias, en los nuevos y viejos medios de comunicación, y hasta en
la intimidad de nuestra correspondencia privada. Si alguno de los
contendientes del sector obtiene una posición de monopolio en la
gestión de esta información, estará en situación de hacer pagar un
impuesto sobre toda operación informática (un porcentaje sobre la
transacción electrónica, ``vigorish'' en inglés), tal y como está
escrito negro sobre blanco en una nota interna de Nathan Myrhuold, el
CTO de Microsoft. Dicha nota forma parte ahora del dossier del DOJ y
fue publicada por el Wall Street Journal el año
pasado [ 23 ].
Pero tal monopolio podrá también obligarlo a usted a ceder una parte muy
importante de su libertad personal, lo cual puede producir beneficios
muy importantes. Reflexione por un instante sobre el hecho de que
todo tipo de información es susceptible de ser generada en una
computadora y que se puede en principio seguir la pista de toda
operación informática. Por ejemplo, mientras usted observa unas bellas
imágenes sentado cómodamente delante de su PC multimedia, pueden
ser copiados sus datos bancarios o puede ser constituído
su perfil personal y psicológico para ser utilizado a espaldas suyas. Esto ya se hace desde hace tiempo
con la ayuda de ``cookies'' en los navegadores Web [ 24 ];
ciertas empresas como Sidewalk, filial de Microsoft, le obligan a
aceptar una verdadera violación de su vida privada para acceder a sus
servicios [ 25 ]. Gracias a extensiones privadas y vulnerables
como el Active X de Microsoft, le pueden robar el dinero de
su cuenta bancaria mientras usted ``navega por la red'', tal y como ha
sido demostrado irrefutablemente por un grupo de informáticos de
Hamburgo en la televisión alemana y en muchas publicaciones de las cuales
no hemos visto ni rastro aquí en Francia (ver [ 26 ] para más
detalles).
Y aún si Microsoft no se aprovecha de las lagunas de seguridad de su
sistema, otros pueden hacerlo en su lugar. Hoy en día se puede
transmitir un virus dentro del más simple documentos Word, y si
uno compra algo vía Internet utilizando transacciones ``seguras'' el
número de su tarjeta de crédito podría ser pirateado con sólo ocho
horas de cálculo en la máquina de un estudiante. Es para preocuparse,
sobre todo si se piensa que el Crédit Lyonnais acaba de cerrar un
acuerdo con Microsoft para la gestión de cuentas de sus clientes a
través de la Web (ver [ 27 ]).
Se puede también seguir el rastro de sus movimientos, los cuales son
revelados a espaldas suyas por su tarjeta de crédito o su teléfono
móbil, como quedó demostrado hace poco en el clamoroso escándalo Suizo, o
también el affaire OM-Valenciennes (en este sentido, cabe también
inquietarse por la fusión del servicio Microsoft Network con el
servicio Wanadoo de France Telecom).
Para llegar a ese punto sin correr el riesgo de ser atrapado con las
manos en la masa, es necesario controlar toda la cadena tecnológica:
su computadora debe utilizar un programa específico, capaz de sonsacar
ciertas informaciones a sus espaldas; los proveedores de servicios
Internet deben permitir guardar registros de la duración y del tipo de
conexiones que hace; los servidores Web que contienen la información
que usted busca deben utilizar programas específicos también capaces
de guardar rastro de estos accessos, y de identificarlo comunicándose
con su navegador. Y sobre todo, es necesario que todo esto pase sin que usted lo sepa . Hoy en día un informático
medianamente dotado puede descubrir fácilmente si tal o cual navegador
Web está revelando su identidad a cualquier servidor Web. Esto es
posible porque todavía se usan protocolos informáticos que son de
dominio público, y deben permanecer públicos para permitir que
programas producidos por empresas diferentes cooperen razonablemente.
Pero si mañana no hubiera más que un solo productor de software en el
mercado, éste haría todo lo posible para que el intercambio de
información se hiciera por medios menos transparentes y mucho más
difíciles de desenmascarar, tanto más si pensamos en las leyes sobre
``reverse engineering'' a las que aludimos anteriormente.
Como verá, no se trata solamente de elegir un programa de tratamiento
de textos.
Mi sorpresa por la pasividad, incluso complicidad, de nuestros medios
toca su punto máximo. Estamos admitiendo y alabando prácticas de
filibusteros que incluso ponen en juego nuestra independencia
económica. Comprendo que en los Estados Unidos no miren demasiado a
dónde van los millones de dólares, ya que acaban aterrizando en los
bolsillos de uno de sus ciudadanos. Pero no me explico por qué cierran
los ojos aquí, cuando este dinero sale de nuestras billeteras.
Hay que decir que la UE no ha permanecido del todo pasiva en este
campo, y parece haber una investigación de envergadura sobre todas
estas prácticas dudosas sobre las que hemos hablado [ 28 ]. En
ciertos discursos de miembros de la DGIV se lee entre líneas que la
investigación va en el mismo sentido que la lanzada por la FTC del
Japón hace poco. Sin embargo esto no es suficiente: con la rapidez
del desarrollo tecnológico en el tratamiento de la información, cuando
se llega a terminar una investigación el daño ya está hecho. Si, como
en el acuerdo de 1995, no se aplica un castigo económico (como ciertas
filtraciones hacen suponer), todo esto servirá de poco.
Necesitamos una política activa en el dominio de la informática y del
tratamiento de la información en general. En este area ya disponemos
de medios técnicos propios: no olvidemos que en efecto Europa posee
talentos superiores a los que podemos encontrar al otro lado del
Atlántico. Por citar nada más que dos ejemplos al azar, uno de los
autores de NextStep, que ha sido llamado ``el programa más respetado
del planeta'', es francés; y Europa está a la vanguardia en el
desarrollo de los métodos formales de verificación de programas, que
permiten llevar a cabo proyectos vitales, el último de los cuales fue
el segundo lanzamiento del cohete Ariane 5.
Tenemos aquí una oportunidad única para Europa de librarse de golpe
del monopolio tecnológico americano y de dar tanto a nuetras empresas
como a nuestras escuelas una enorme ventaja. Este ``atraso'' del cual
tanto se habla es de hecho nuestra mejor ventaja. Significa que no
hemos caído completamente en las trampas hacia las cuales nos empujan.
No olvidemos que ``perder el tren'' no es malo, si es un tren que va a
descarrilar. Se puede entonces elegir para nuestras empresas y
nuestros hijos el libre acceso, a un costo mínimo, una información
libre, abierta, segura y eficaz. Esto en todo caso lo hace un número creciente de
informáticos competentes, que eligen siempre que sea posible programas
libres gratuitos, abiertos, modificables y muy superiores a los
productos trampa preinstalados. Y además, con un potencial enorme para
crear nuevos empleos.
Cuando se trata de elegir el software de nuestros colegios y
universidades con el que nuestros hijos se iniciarán en la
informática, no se está obligando a atenerse a los equívocos regalos de
los cybermonopolistas. En lugar de un sistema privado que se cuelga
cada dos por tres, cambia constantemente de versión sin razón alguna,
y en el cual el código fuente no es accesible, se puede elegir un
sistema libre, abierto y estable (es necesario saber que,
contrariamente al prejuicio popular, los programas libres han tenido
ampliamente la ocasión de ser probados [ 29 ]). Con dicho sistema
todos los jóvenes pueden trabajar y aprender con toda seguridad, y
permite que los espíritus curiosos adquieran una formación informática
avanzada e inteligente, pues la disponibilidad del código fuente les
permite ver cómo está hecho por dentro, e incluso ``desmontarlo'' y
volverlo a montar si lo desean.
Y cuando se trata de equipar con sistemas informáticos a las grandes
empresas, es mejor confiar en los programas en los cuales el código
fuente y la documentación es constantemente verificada y puesta al día
por una comunidad técnicamente competente, pudiéndose adaptar a sus
necesidades particulares a bajo costo. Algunos estudios serios,
llevados a cabo por consultoras expertas en informática, han evaluado
las ventajas económicas y estratégicas que supone para las empresas
basarse en los programas abiertos, en vez de atarse a los programas
monopolistas (ver por ejemplo [ 30 ] y
[ 31 , 32 ]). Se pueden encontrar muchos ejemplos de
empresas en Europa que han puesto en práctica esta teoría con éxito,
exportándola después al otro lado del Atlántico (ver [ 33 ] y la
creciente lista [ 34 ])
Todo esto es posible sin invertir un céntimo, gracias al trabajo
comenzado hace unos 15 años por Richard Stallman y la Free Software
Foundation. El objetivo declarado de ésta era producir un sistema
operativo enteramente libre, denominado GNU [ 35 ]. Este
trabajo ha sido completado recientemente gracias al esfuerzo de miles
de programadores competentes, que respondieron a la llamada de Linus
Torvalds desde todos los países del mundo para contribuir en conjunto,
sin fines lucrativos, a completar este sistema operativo libre,
gratuito y abierto. Se trata de una versión de Unix conocida bajo el
nombre de Linux (ver por ej. [ 36 , 37 ]), aunque sería
probablement mas justo llamarle GNU/Linux [ 38 ], como se hace
en este artículo. La historia de GNU/Linux es de aquellas que no se
cuentan sin recordar palabras que deberían ser queridas no solamente
por los franceses: libertad, igualdad, fraternidad. Se puede
encontrar todo tipo de software para este sistema: servidores Web,
máquina virtual Java, emuladores DOS, los útiles GNU, incluso paquetes
ofimáticos. Y no hay que pagar nada para obtener estos productos de
base. La Comunidad Europea podría también dar un apoyo a este
fenómeno tan positivo: una suma de algunas docenas de millones de francos, cifra
irrisoria en la escala del presupuesto europeo, permitiría, si es bien
utilizada, terminar rápidamente proyectos como GNUStep [ 39 ],
favorecer el desarrollo de GNU/linux y establecer una plataforma
abierta y de calidad para tener paquetes ofimáticos interoperables.
La elección de un sistema abierto y libre puede neutralizar el
impuesto sobre la información y también favorecer el empleo y hacer a
nuestras empresas más competitivas. El dinero que ya no se esfuma (en
Windows) puede dedicarse a la actividad productiva y a financiar los
contratos de mantenimiento con empresas locales de servicios
informáticos, las cuales pueden adaptar el sistema a las necesidades
específicas de las empresas. Esto puede crear un verdadero espacio de
crecimiento y de empleos cualificados para ingenieros, los cuales
serán ahora responsables de la calidad de su producto. No como los
comerciantes mal pagados que intentan vender un producto sobre el cual
no tienen ningún control, y del cual los beneficios van a parar a
otra parte.
En Francia, los empleos de este género serán indispensables en un
futuro venidero si queremos que funcionen las futuras redes
informáticas instaladas en las escuelas, dentro del cuadro del Plan
Internet para Todos. Es necesario a cualquier precio evitar cometer de
nuevo el error del ``gurú en la caja'': esta creencia de que el manual
de instalación transmite toda la sabiduría necesaria para la
utilización de una computadora. Creencia que acabó convirtiendo un
número incalculable de computadoras Thomson del Plan Informático para
Todos de 1981 en unos caros pisapapeles.
La informática y las computadoras nos dan la posibilidad de
revolucionar nuestra forma de vivir cotidiana. Pero es nuestra
responsabilidad elegir entre una revolución que nos acabe llevando a
una oscura Edad Media tecnológica dominada por unos pocos señores
feudales que se apropien de la escritura y de todo medio de
comunicación para recaudar impuestos cada vez que respiremos; o por el
contrario una revolución que nos lleve a un mundo abierto y moderno,
donde el flujo libre de la información nos permita sacar provecho del
enorme potencial de la cooperación sin barreras y de la posibilidad de
compartir nuestros conocimientos.
Esta traducción en espagñol no hubiera podido existir sin la ayuda de
Clara Rabinovich, de Delia Kesner, y sobre todo de José L. Marín
( jose@ma.hw.ac.uk ). Es para mi muy simbólico el hecho de que esta
traducción, así como todas las otras traducciones de este texto, haya
sido hecha gracias a la cooperación sin barreras que sólo un sistema
informático mundial abierto y moderno puede garantizar.
(C) Copyright Roberto Di Cosmo, 1997. Las opiniones
vertidas en este artículo pertenecen únicamente a su autor, y no
vinculan en modo alguno a la ENS, el DMI o el LIENS. Este texto está
protegido por las leyes de la propiedad intelectual. Queda autorizada
a todo individuo que no trabaje para Microsoft, ni para ninguna empresa
con contratos de confidencialidad con Microsoft, la reproduccion para
uso personal y sin objeto de lucro de este artículo, con la condición
de que sea reproducido integralmente, incluída esta nota de
copyright. Microsoft y sus socios pueden solicitar al autor, si lo
desean, una licencia individual de copia, a un precio de que será
establecido por el autor; en caso de violación de esta claúsula, se
solicitará una indemnización de 1 millón de francos franceses. References - 1
-
James Wallace and Jim Erickson. Hard Drive: Bill Gates and the Making of the Microsoft Empire.
Harperbusiness, 1993.
ISBN 0887306292.
- 2
-
Robert X. Cringely. Accidental Empires : How the Boys of Silicon Valley Make Their
Millions, Battle Foreign Competition, and Still Can't Get a Date .
Harperbusiness, 1996.
ISBN 0887308554.
- 3
-
James Wallace. Overdrive : Bill Gates and the Race to Control Cyberspace .
John Wiley and Sons, 1997.
ISBN 0471180416.
- 4
-
CNN - U.S. vs. Microsoft.
http://cnn.com/SPECIALS/1997/microsoft/poll.
- 5
-
ZDNN News Special: DoJ-Microsoft Round 2, Microsoft comes out swinging.
http://www.zdnet.com/zdnn/special/msdoj2.html.
- 6
-
Perspectives.
http://www.news.com/Perspectives/Soapbox/rs12_30_97a.html.
- 7
-
M.V.
Microsoft m'a tué. Science et Vie Micro (SVM) , (157):69, February 1998.
- 8
-
Le Virus Informatique.
http://www.virus.ldh.org/.
- 9
-
Richard M. Stallman.
The right to read. Communications of the ACM , 40(2), February 1997.
Disponible sur le Web http://www.gnu.org/people/rms.html.
- 10
-
Andrew Schulmnn.
LA law.
The Stac case judged February 23, 1994, in Los Angeles,
http://www.dap.csiro.au/Interest/LA-Law.html.
- 11
-
The CLRC recommendations on reverse engineering and decompilation: giving
local developers an equal right to compete.
http://www.sisa.org.au/SISASubmission1.html.
- 12
-
Microsoft & others oppose interoperability in HR 1555.
http://www.essential.org/listproc/info-policy-notes/msg00158.html. - 13
-
PC WEEK: Netscape to present DOJ with Microsoft antitrust info.
http://www.zdnet.com/pcweek/news/0819/19edoj.html.
- 14
-
ftp://ftp.ora.com/pub/examples/windows/win95.update/ntwk4.html.
- 15
-
Le virus informatique/page27.
http://www.virus.ldh.org/virus/num_01/pages/page27.html.
- 16
-
Minimal NT Server/Workstation Differences.
http://software.ora.com/News/ms_internet_andrews.html.
- 17
-
Dossier Piratage- 10 questions - Microsoft France.
http://www.microsoft.com/france/piratage/question.htm.
- 18
-
http://europa.eu.int/en/comm/dg04/public/en/art8586.pdf.
- 19
-
Bulletin UE 07-1994 (fr): 2.4.1 Engagement de Microsoft envers la Commission
européenne.
http://europa.eu.int/abc/doc/off/bull/fr/9407/p204001.htm.
- 20
-
Swiss schools to get MS software.
http://www.news.com/News/Item/0,4,15086,00.html.
- 21
-
MS college deal protest escalates.
http://www.news.com/News/Item/0,4,17212,00.html.
- 22
-
Cal State delays MS pact.
http://www.zdnet.com/zdnn/content/zdnn/0107/269241.html.
- 23
-
Philip Elmer-DeWitt.
Bill Gates wants a piece of everybody's action. Time , 6/5/95.
- 24
-
O. Casey Corr.
Cybersnoops on the loose; web-site surfers beware: Software 'cookies'
gathering personal data. The Seattle Times , 8/10/97.
- 25
-
http://seattle.sidewalk.com/link/43750.
Attention, le texte est formatté de telle sorte que les conditions
se trouvent trop à droite sur plein de navigateurs. Faite dérouler la
page vers la droite pour les lire.
- 26
-
ActiveX - Conceptional Failture of Security.
http://www.iks-jena.de/mitarb/lutz/security/activex.en.html.
- 27
-
http://www.microsoft.com.
- 28
-
Europa/Competition/Effective competition.
http://europa.eu.int/en/comm/dg04/speech/six/en/sp96016.htm.
- 29
-
Information wants to be valuable.
http://www.netaction.org/articles/freesoft.html.
- 30
-
http://www.smets.com.
- 31
-
Bernard Lang.
Des logiciels libres à la disposition de tous. Le monde diplomatique , January 1998.
Aussi disponible comme
http://www.monde-diplomatique.fr/md/1998/01/LANG/9761.html.
- 32
-
Bernard Lang and Jean-Claude Guédon.
Linux, mini os contre maxi exploitation. Libération , 7 November 1997.
Aussi disponible comme
http://pauillac.inria.fr/ lang/ecrits/libe/www.liberation.com/multi/tribune/art/tri971107.html.
- 33
-
http://mercury.chem.pitt.edu/ angel/LinuxFocus/English/November1997/article9.html.
- 34
-
Freeware usage.
http://pauillac.inria.fr/ lang/hotlist/free/use/.
- 35
-
http://www.gnu.org.
- 36
-
http://www.linux.org.
- 37
-
Linux center.
http://www.math.jussieu.fr/ fermigie/linux-center/.
- 38
-
http://www.gnu.org/gnu/linux-and-gnu.html.
- 39
-
http://www.NMR.EMBL-Heidelberg.DE/GNUstep/.
- 40
-
James Love and Ralph Nader.
Microsoft, monopole du prochain siècle? Le monde diplomatique , November 1997.
Trampa en el Cyberespacio [+]
This document was generated using the LaTeX 2 HTML translator Version 96.1 (Feb 5, 1996) Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, Nikos Drakos , Computer Based Learning Unit, University of Leeds. The command line arguments were: latex2html -split 0 -ascii_mode p.tex . The translation was initiated by Roberto Di Cosmo on Fri Oct 9 22:48:54 MET 1998 - ...Cyberespacio
- El original francés está
desde el 20 de Marzo 1998 en la dirección: http://www.mmedium.com/dossiers/piege .
- ...Windows
- La
confusión es tal que ya no se distingue entre el ``sistema
operativo'' y las ``aplicaciones'': en la prensa se llegó a hablar
de Windows 97 , cuando en realidad sólo se trataba de Windows 95
provisto de un conjunto de aplicaciones como Word, Excel, etc.,
llamado corrientemente Office 97!
- ...bytes
- Un byte es un número binario
de 8 cifras, utilizado para medir el tamaño de la memoria de un
ordenador. Se utilizan también el Kilobyte, el Megabyte, y Gigabyte,
abreviados respectivamente como Kb, Mb y Gb
- ...mejores
- Ver Technologie et
Marché: journal d'un consommateur insatisfait , del mismo autor.
- ...PC
- PC significaba solamente
personal computer ; ahora el nombre ha sido secuestrado por un
sólo tipo de computadora personal, la cual utiliza microprocesadores
Intel.
- ...apartamento
- Práctica peligrosa que está
prohibida actualmente en Europa.
- ...jamás
- Contrariamente al costo del hardware, que baja a
velocidad impresionante, el precio del software Microsoft no baja de
manera significativa, y a veces hasta sube, con cada nueva versión:
por ejemplo, Windows 95 en Francia se vende al precio al público de 1.270
francos (antes de impuestos), mientras era disponible a menos de 800
francos en su lanzamiento de 1995.
- ...puro
- Muchos editores de software venden sus programas sin una
garantía real, pero son muy pocos los que pueden tener todas esas
ventajas juntas, y solamente Microsoft tiene el poder de
imponer sus productos, creando de esa forma un verdadero
impuesto a la información.
- ...empresas
- Se trata de Le Virus Informatique y Les
puces informatiques , ver [ 8 ].
- ...formatos
- Desde hace muy
poco, es posible bajar una impresionante panoplia de convertidores y
visualizadores desde
http://www.microsoft.com/office/office/viewers.asp, pero eso
sólo sirven para convertir documentos entre todos esos formatos
Microsoft incompatibles, y no para liberarlos de la trampa
monopolista: hay que tener un PC con windows para usarlos! Lo que
hace falta, son formatos libres y documentados , todo
lo contrario de la filosofía Microsoft.
- ...autor
- Richard Stallman vino a Europa en 1991 para exponer los
peligros de la aceptación pasiva por parte de la CEE de este
escandaloso asunto. Algunos de esos argumentos se pueden encontrar
en [ 9 ]
- ...hecho
- Para la historia de un caso real, ver Stac contra
Microsoft en [ 10 ]; afortunadamente, las cosas cambiaron en
Europa, en donde ya se permite una forma limitada de ``reverse
engineering'' [ 11 ]. Véase también la oposición feroz a toda
reglamentación que pudiera garantizar la interoperabilidad entre
sistemas distintos [ 12 ].
- ...disimularlo
- El autor de este artículo
no se limitó a mirar el sitio Web: unas llamados telefónicas
bastaron para verificar que no se puede comprar una
computadora sin software Microsoft a Gateway o Dell.
- ...en [ 22 ]
- Nota: finalmente, el acuerdo fracasó a
mediados de 1998 gracias a la oposición firme de estudiantes y
profesores
Roberto Di Cosmo
Fri Oct 9 22:48:54 MET 1998 |