Año 18 Número 70 – Septiembre 2020

Misterios del planeta Venus: Detección de Fosfina (PH3) en su atmósfera

Por Gabriela Parisi

Janes S. Greaves y colaboradores publicaron en Septiembre 2020 un trabajo en la revista Nature Astronomy donde reportan la aparente detección de Fosfina (PH3) en la atmósfera de Venus. Dichas detecciones espectrales fueron llevadas a cabo en ondas milimétricas con los telescopios JCMT (James Clerk Maxwell Telescope) y ALMA (Atacama Large Millimeter Array).

La existencia de PH3 en la atmósfera de Venus es un misterio. Debido a que dicha atmósfera es muy ácida, la química predice que en vez de existir fosfina, el fósforo (P) deberia encontrarse en formas oxidadas. Esta controversia ha llevado a muchas especulaciones tanto en el ámbito científico como en los medios masivos de comunicación.

Greaves y colaboradores concluyen que la existencia de fosfina que detectaron en la atmósfera de Venus podría deberse a procesos fotoquímicos desconocidos, o, por analogía con la producción biológica de fosfina en la Tierra, a partir de la presencia de vida.

Si bien estos investigadores han demostrado que la fosfina en Venus no puede ser explicada por procesos convencionales, tal vez sería poco probable que alguna forma de vida en Venus no fuera destruída por la gran cantidad de ácido sulfúrico presente en sus nubes de alta densidad y las que poseen una alta temperatura que llega a los 500 °C.

Las nubes de Venus azotan el planeta con vientos que tienen la fuerza de huracanes que cubren casi todo el planeta, esto es también un misterio inexplicable, especialmente dado que el planeta sólido en sí gira a una velocidad muy lenta.

La foto de la izquierda es el planeta Venus tomada por la nave espacial Mariner 10 del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en febrero de 1974. Contrariamente a la apariencia serena de Venus en esta foto, la densa capa de nubes que lo envuelve es un mundo de intenso calor, aplastante presión atmosférica y nubes de ácido corrosivo. La imagen de la derecha procesada por el ingeniero del JPL Kevin M. Gill en Junio 2020 vuelve a visitar los datos originales con un software de procesamiento de imágenes moderno donde las características de la espesa capa de nubes del planeta son visibles con mayor detalle.

Venus

Las nubes que se ven allí están ubicadas a unos 60 kilómetros sobre la superficie del planeta. Están compuestas por partículas de ácido sulfúrico, a diferencia de las gotas de agua o los cristales de hielo, como en la Tierra. Estas partículas de nubes son en su mayoría de apariencia blanca; sin embargo, también se pueden ver manchas de nubes teñidas de rojo. Esto se debe a la presencia de un material misterioso que absorbe luz en longitudes de onda azul y ultravioleta. Se han sugerido muchos productos químicos para este componente misterioso, desde compuestos de azufre hasta incluso materiales biológicos, pero aún no se ha llegado a un consenso entre los investigadores.

A pesar de sus muchas diferencias, las comparaciones entre la Tierra y Venus son valiosas para ayudar a comprender sus distintas historias climáticas. Casi 50 años después de que la Mariner 10 sacara esta foto de Venus, muchos misterios y preguntas fundamentales sobre Venus siguen sin respuesta:

¿Venus tuvo océanos hace mucho tiempo? ¿Cómo ha evolucionado su atmósfera con el tiempo y cuándo comenzó su efecto invernadero desbocado? ¿Cómo pierde Venus su calor? ¿Cuán volcánica y tectónicamente activa ha sido Venus durante los últimos mil millones de años? ¿Como se puede explicar la reciente detección de fosfina en su atmósfera? ¿puede existir alguna forma de vida en algún lugar de Venus a pesar de tener una atmósfera rica en ácido sulfúrico, densa y caliente?

Créditos de las imágenes: https://www.jpl.nasa.gov/spaceimages/details.php?id=PIA23791