Durante la pasada semana se realizaron trabajos en la Antena II.

A fines de 2017 se había desmontado el receptor para ser restaurado y adaptado para la nueva electrónica por el sector de electromecánica. La electrónica fue donada en su gran mayoría por el Dr. Carlos Lousto del Rochester Institute for Technology, en el marco del proyecto PUMA de monitoreo de púlsares de milisegundo. En mayo de 2018 se comenzó con el armado de los módulos e integración en la estructura del receptor, y el alimentador ortomodo fue medido y mejorado para obtener una mejor temperatura de receptor.

La bajada de datos se realiza de forma digital por fibra óptica desde el receptor hasta sala de control. Para verificar que la etapa de RF y adquisición de datos funciona de forma correcta se realizó una observación de calibración con el tubo de ruido simulando un púlsar y luego se observaron perfiles de HI con la antena hacia el zenith, lo que arrojó el el resultado esperado.

Si bien aún faltan trabajos para la automatización del movimiento este es un gran adelanto en la puesta en marcha de esta antena, que estuvo fuera de servicio desde los 90s.