Año 23 Número 88 – Marzo 2025

Por Fernando Eudoro López

«Sí, es posible. Cuando vi la fotografía de Albert Einstein en la escalinata del Edén Hotel fechada en La Falda, el 13 de abril de 1925, un espléndido día otoñal que invitaba más a la música de Strauss que a la de Wagner, entendí que la historia era posible. Rodeado por los científicos que lo habían invitado a la Argentina, ignorante de todo cuanto su máquina de pensar ha desatado en el mundo, Albert Einstein sonríe. Ignora que desde ese día sus actos y omisiones tendrán una repercusión incalculable en la Historia de la Humanidad. Sin proponérselo, sin haberlo siquiera soñado, contribuirá a una derrota virtual de los futuros ejércitos del Führer; derramará una lágrima por Frank, el hermano que no tuvo, atribuyendo la humedad de sus ojos a la fuerte sudestada que demora la partida del crucero; y también, sin sospecharlo, embargado por el estruendo de las paredes de hielo que se desploman ante sus ojos, afianzará para siempre su idea de Dios, mientras resiste el embate de los agentes secretos que lo persiguen para arrebatarle la fórmula de la resurrección. Esa victoria de la especie se obtuvo en los campos de batalla de lo abstracto, con las únicas armas de una receta de bizcochos y el poder irresistible de la sugestión. Claro que no es una historia oficial, como exige la Academia: no hay pruebas que la autentiquen, porque esa historia no ha sido escrita con tinta sino con agua. Ni siquiera: ha sido escrita con la sombra del agua, si cabe la comparación. Tampoco yo la creí mientras no tuve en mis manos el cuaderno de Jesús Gaspart, recuperado en un geriátrico de Miramar, una tardecita en la que sus ojos parecían atrapados por el sol que comenzaba a sumergirse en la mar. A esa hora los flamencos rosados levantaban vuelo ante el avance hacia la costa del Hormiga Negra, que navegaba, sobrecargado de turistas, con la borda acechada por el agua por encima de la línea de flotación. Me habían hablado de Jesús en una tertulia universitaria, donde solíamos reunirnos a discutir los caminos posibles para cambiar este mundo, y me entusiasmó la idea de visitarlo a partir de una sencilla ecuación: aun cuando no fuera cierta, valía la pena contar esa batalla»

«Me pregunto si Gloria, obstinada como siempre, se tentará de rastrear en los diarios, o en los libros, los datos que obtuve, trabajosamente, del cuaderno de Jesús. Sentados en el jacuzzi con las piernas recogidas bajo el mentón por falta de espacio, saboreando el champán que ha descorchado para festejar la habilitación del baño nuevo, me veo obligado a no desalentarla. Le advierto que no le será fácil unir las frases sueltas, interpretar los dibujos y las fórmulas que aplicaba a sus trucos, pero no pienso ayudarla: deberá comportarse como un lector inteligente, aceptar lo que la historia tiene de cierto y lo que tiene de posible, sin necesidad de superar esa etapa en la que el autor se pregunta si lo que ha encontrado en los apuntes de otro es verosímil. Sabe que en una nueva visita el Edén, derruido por el tiempo y la rapiña, el guía me aseguró que Albert Einstein jamás se alojó en el Hotel. Sólo estuvo de paso, apenas para posar en la escalinata, firmar el libro de huéspedes y consumir un aperitivo antes de partir hacia la Cumbre, donde lo esperaban para almorzar. El guía se burló de la versión de que la huella de su estadía fue borrada por los Eichhorn en pleno ascenso del nazismo. Finalmente, ya de regreso y defendiéndome contra el denuesto al valor de lo que aportan las ficciones a la Historia, Gloria y yo firmamos una tregua que duró varias semanas.»

Con la sombra del agua / Fernando Eudoro López. Ediciones Deldragón, 2004.

Sobre el autor: Fernando López es argentino y vive en Córdoba. Su primera novela, El mejor enemigo, recibió el premio latinoamericano de narrativa de la Universidad de Colima (México, 1984, 4 ediciones en su país). En 1985, Arde aún sobre los años recibió en Cuba el premio Casa de las Américas (6 ediciones, en Cuba, Argentina, Uruguay y publicada en alemán por Pahl-Rugenstein). Dirige el Encuentro Internacional de Literatura Negra y Policial “Córdoba Mata”. Ha publicado 12 novelas, 3 libros de relatos y en 2005 fue primer finalista del premio Planeta de su país con la novela Odisea del cangrejo. Fuente: https://www.sinembargo.mx/3574293/adelanto-un-viaje-a-argentina-de-albert-einstein-y-la-sombra-del-agua-de-fernando-lopez/