Año 18 Número 71 – Diciembre 2020

Por Mariela Corti

Los planetas Júpiter y Saturno son los gigantes gaseosos del Sistema Solar. Los diámetros de Júpiter y Saturno son aproximadamente 11 veces y 8.5 veces, respectivamente, mayores al diámetro de la Tierra. Completan su traslación orbital al Sol en 11.9 años terrestres Júpiter y 29.5 años terrestres Saturno. La inclinación de sus órbitas respecto a la órbita ecliptical de la Tierra es de 1.3° Júpiter y 2.5° Saturno. Esto muestra que la Tierra, Júpiter y Saturno son prácticamente coplanares y por los datos dados pueden llegar a verse próximos en el cielo cada 20 años, aunque su acercamiento no siempre será como el producido en esta conjunción del 21 de diciembre de 2020. Además, para que resulte posible observar la conjunción, ella no debe generarse próxima al Sol en su posición aparente en el cielo y se necesita de una noche oscura que permita apreciar la intensidad de la luz que llega como suma de la luz emitida por cada uno de los planetas.

Figura 1: Variación de la aproximación angular entre Júpiter y Saturno que culminó con la conjunción del día 21/12/2020.

En la Figura 1 obtenida por el telescopio espacial Sky and Telescope puede verse que el día 21 de septiembre ambos planetas tenían en el cielo una distancia angular de 7.5°, siendo la misma levemente superior al tamaño del eje mayor de la Cruz del Sur. En el transcurso de tres meses, se han ido acercando lentamente llegando a verse con una separación de sólo 0.1° = 6′, lo cual equivale a una quinta parte del tamaño aparente de la Luna llena.

En el cielo de la zona este de nuestro país, la mínima distancia se observó cuando comenzó a oscurecer a las 20.30 hs aproximadamente, momento en el cual la altura sobre el horizonte apenas superaba los 10° (Figura 2).

Figura 2: Júpiter y Saturno con algunos de sus satélites naturales observados en la noche de máximo acercamiento

Por esa razón, se necesitó estar en un lugar con el horizonte despejado y sin contaminación lumínica. En la zona oeste de Argentina se lo vió una hora más tarde. Quienes pudieron emplear un telescopio llegaron a observar las cuatro Lunas Galileanas de Júpiter (Ío, Europa, Ganímedes y Calisto) y algunas Lunas de Saturno (Rhea, Titán y Dione) junto a su impresionante anillo. En las sucesivas noches estos planetas se seguirán observando en el cielo aunque alejándose entre sí y cada vez a menor altura sobre el horizonte, desapareciendo aproximadamente al culminar este año 2020. Desde el exterior de nuestro planeta la conjunción de Júpiter y Saturno podría verse como se muestra en la Figura 3.

Figura 3: Conjunción observada desde el exterior del planeta Tierra.

Nos preguntamos si esta conjunción es la estrella de Belén. Según el texto del evangelio de San Mateo, el Rey Herodes se entera del nacimiento del «rey de los judíos» al conocer la noticia sobre la visita de los magos al recién nacido, guiados ellos por la estrella de Belén. Herodes vivió entre los años 74 AC y 4 AC por lo que es probable que Cristo haya nacido algunos años antes del establecido como año inicial. La estrella de Belén pudo tratarse de la conjunción de Júpiter y Saturno que sucedió entre los días 29/05 y 30/09 del año 7 AC, como también pudo haber sido algún otro fenómeno astronómico. Sabemos que cada 400 años se pueden observar las conjunciones más próximas aunque en el año 2080 podría generarse una conjunción entre Júpiter y Saturno donde a ambos planetas se los verá nuevamente muy cercanos en el cielo.

Agradecimiento: Al profesor Claudio Martinez por la información proporcionada.